San Gregorio Magno nos ha conversado, en uno de sus diálogos, el
recuerdo de los mártires de los lombardos, contemporáneos suyos.
Hacia
mediados del siglo VI, los lombardos de Escandinavia y Pomerania, que
habían invadido ya Austria y Baviera, bajaron hasta Italia, asolando las
ciudades por donde pasaban. No contentos con la destrucción material,
intentaron en muchos casos pervertir a la población con sus ritos
paganos.
En un sitio trataron de hacer que cuarenta labradores comieran
la carne ofrecida a los ídolos; como éstos se negaron firmemente, los
invasores les pasaron por la espada. Igualmente, intentaron forzar a
otros prisioneros a adorar a su deidad favorita, pero ellos también se
mantuvieron firme a Jesús nuestro Señor. Casi todos los cristianos, que
eran unos cuatrocientos, prefirieron morir a renegar a Dios.
Ochenta mártires asesinados en Campania por los lombardos, porque se negaban a
adorar la cabeza de una cabra. San Gregorio Magno recuerda, en uno de
sus diálogos, el recuerdo de los mártires de los lombardos, contemporáneos
suyos.
Hacia mediados del siglo VI, los lombardos de Escandinavia y Pomerania, que habían invadido ya Austria y Baviera, bajaron hasta Italia, asolando las ciudades por donde pasaban. No contentos con la destrucción material, intentaron en muchos casos pervertir a la población con sus ritos paganos.
En un sitio trataron de hacer que cuarenta labradores comieran la carne ofrecida a los ídolos; como éstos se negaron firmemente, los invasores les pasaron por la espada. Igualmente, intentaron forzar a otros prisioneros a adorar a su deidad favorita, pero ellos también se mantuvieron firme a Jesús nuestro Señor. Casi todos los cristianos, que eran unos cuatrocientos, prefirieron morir a renegar a Dios.
Hacia mediados del siglo VI, los lombardos de Escandinavia y Pomerania, que habían invadido ya Austria y Baviera, bajaron hasta Italia, asolando las ciudades por donde pasaban. No contentos con la destrucción material, intentaron en muchos casos pervertir a la población con sus ritos paganos.
En un sitio trataron de hacer que cuarenta labradores comieran la carne ofrecida a los ídolos; como éstos se negaron firmemente, los invasores les pasaron por la espada. Igualmente, intentaron forzar a otros prisioneros a adorar a su deidad favorita, pero ellos también se mantuvieron firme a Jesús nuestro Señor. Casi todos los cristianos, que eran unos cuatrocientos, prefirieron morir a renegar a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario