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| Los Cinco Minutos de María |
Otra de las bellisimas invocaciones de las letanías con las que invocamos a la dulce Virgen María es: "Reina de la paz".
No solamente porque la paz nos va a venir por la intercesión de la Virgen María, según ella misma nos prometió en sus apariciones de Fátima, sino porque la Virgen nos da la paz del alma; ella gozó de una auténtica y profunda paz en su alma, porque siempre tuvo a Dios por el amor; la intimidad del alma de María fue tranquila y serena, mansa y pacífic; su Corazón no fue turbado por ninguna turbulencia ni agitación.
¿Quien no quiere gozar de la paz, quién no busca la paz exterior e interior? Pero es que no podemos gozar de paz exterior, si no se la tiene en lo interior; mal se puede vivir en paz con los otros, si no se vive en paz consigo mismo.
María vivió integrando la Sagrada Familia de Nazaret donde todo era unión, trabajo y amor.
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