Los Cinco Minutos de María |
Hermosa costumbre la de ofrecer a Dios las oraciones matinales para saludar a nuestro Padre celestial.
Y si en .las oraciones de la mañana saludamos al Padre que está en los cielos, ¿Como no vamos a presentar también nuestro saludo a la Madre celestial?
¿Cómo no ofrecerle todas las obras del día, nuestros trabajos, el cumplimiento de nuestros deberes, los sufrimientos y las alegrías, nuestros deseos y nuestras ansias?
¿Cómo no encontrarse a la buena Madre, pidiéndole que en el día no se olvide de nosotros, sobre todo en los momentos de mayor apuro o de más grave peligro?
Cuando el niño está en peligro. llama a su madre; llamemoes nosotros a la Madre del cielo y ella acudirá a socorrernos.
"Nuestrra Señora, fue la mujer fuerte, que conoció la pobreza y el sufrimiento, la huída y el exilio" (Marialis Cultus Nº 37)
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