"Nosotros no poseemos la verdad, es la Verdad quien nos posee a nosotros. Cristo, que es la Verdad, nos toma de la mano". Benedicto XVI
"Dejá que Jesús escriba tu historia. Dejate sorprender por Jesús." Francisco

"¡No tengan miedo!" Juan Pablo II
Ven Espiritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu para darnos nueva vida. Y renovarás el Universo. Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, danos el valor de confesarte ante el mundo para que se cumpla tu plan divino. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Publicidad

 photo Estudio-juridico-puricelli-pinel450x100_zpsdea8ab8a.gif

sábado, 8 de septiembre de 2012

Año de la Fe: Apuntes sobre la fe

Escudo del Año de la Fe 2012/13
Como todos sabrán, el santo padre, Benedicto XVI nos invita a vivir el año de la fe 2012-2013 en el que junto a toda la Iglesia debemos reflexionar sobre ella. Comunitaria y personalmente.
Desde el Directorio de la Iglesia Católica, queremos sumarnos con aportes que iremos publicando. Quiero hoy compartir una serie de reflexiones que sobre la fe han hecho distintos autores y personalidades para comenzar a palpitar este año de la Fe.
Esperamos que este primer aporte sea de utilidad para muchos en la reflexión sobre la fe en Nuestro Señor Jesucristo.



Aníbal Luis Puricelli Pinel 
Catequista


Las Características de la Fe para el mundo de hoy.

1) La primera característica es una fe militante. Hoy se requiere ejercer y promover una fe que sepa vivir aún en un mundo o en un ambiente sin fe.
2) La segunda característica es una fe convencida. El primer problema de la pastoral es, pues el hacer pasar a nuestra gente de una fe tradicional, de costumbre, de ambiente, a una fe personal, convencida, interior. Si no se da este paso, no se podrá resistir al choque del secularismo y del ateísmo cada vez más creciente.
3) La tercera característica es una fe que llene la vida. Una fe que llene de Dios todos los momentos de nuestra vida, a través de modos sencillos: es otra característica del creer que nosotros debemos promover… …La gente desea verdaderamente que la Palabra de Dios, la Fe, pueda entrar en el conjunto de la jornada imprimiéndole el ritmo, el gusto, el sentido de la vida evangélica.

(Cardenal Carlos María Martini, El Predicador ante el Espejo, Ed. Paulinas Bogotá 1989 (2º edición), páginas 111 a 116) 

La Fe es participación en la mirada de Jesús
La fe cristiana es en su esencia un encuentro con Dios vivo. Dios es el verdadero y último contenido de nuestra fe. En este sentido el contenido de nuestra fe es muy simple. Creo en Dios. Pero la realidad más simple es también la realidad más profunda y que abarca todo. Podemos creer en Dios, porque nos atañe, porque Él está en nosotros y porque Él también desde el exterior se acerca a nosotros. Podemos creer en Él, porque existe su enviado. “El ha visto al Padre” (Jn. 6,46); dice el Catecismo: Él “es el único en conocerlo y en poderlo revelar” (Nº 151) (Mt, 11; 27). Podríamos decir que la fe es participación en la mirada de Jesús. En la fe Jesús nos permite ver juntamente con Él lo que Él ha visto.
En esta afirmación está tanto la divinidad de Jesucristo como su humanidad. Por el hecho de ser el Hijo, ve continuamente al Padre. Por el hecho de ser hombre, podemos mirar juntamente con Él. Por el hecho de que es ambas cosas el mismo tiempo, Dios y hombre, jamás es una persona del pasado y jamás está solamente en la eternidad, substraído al tiempo, sino que está siempre en el centro del tiempo, siempre vivo, siempre presente.
(Cardenal Joseph Ratzinger (luego Benedicto XVI), Presentación del CEC, para la diócesis de Roma el 19 de enero de 1993, en “Actualidad Catequética” Nº 157/8, Madrid 10993, página 28)


Fides quo y Fides quae.
La fe, cuya maduración hay que promover por la catequesis (Nº 21), puede ser considerada de dos maneras, como la plena adhesión del hombre a Dios que se revela, otorgada bajo el influjo de la gracia (fides qua), o como contenido de la revelación y del mensaje cristiano (fides quae). Estos dos aspectos no pueden separarse por su naturaleza y la maduración normal de la fe supone su coherente progresión; pueden, sin embargo, distinguirse entre sí por razones metodológicas.
(Directorio Catequístico General, Sagrada congregación del Clero, Ed. Don Bosco Argentina 1986 Nº 36 página 35)


Ejemplo de Moisés
El capítulo once de la epístola a los Hebreos resume gráficamente la actitud de Moisés ante Dios, fuerza y secreto de toda su vida y su acción. “Se mantuvo firme, como si viera al Dios invisible” (11,27). Esa es la realidad de la fe que Moisés vivió y transformó en oración, consejo y poder. Podía dialogar con Dios, discutir con él, ejercer presión sobre él, casi forzado y obligado, porque para él Dios era una persona, un maestro, un amigo con quien trataba “cada a cara”. Para Moisés, la oración era una conversación, la presencia de Dios un contacto visible, y la fe realidad. Si Abraham es nuestro padre en la fe, Moisés es nuestro ejemplo en la práctica.
(Carlos G. Valles. Por la fe a la justicia. Ed. Sal Terrae, Santander, 1988, página 110)


Jesús no me ha de fallar.
Eso era una expresión favorita de Pablo. Jesús no me ha de fallar; no seré confundido, no quedaré avergonzado. Lo había aprendido en los salmos y en Isaías. “Sabrás que Yo Soy Yahveh, no se avergonzarán los que en mi esperan” (Is. 49, 23). “Sé que no he de quedar avergonzado” (50, 70) “Los que esperan en ti no quedan defraudados” (Sal. 25,3): “Sea mi corazón perfecto en tus preceptos, para que no sea confundido” (119, 80); “En ti confiaban nuestros padres, y no lo defraudaste” (22,5). Y, en contraste: “¡Que se sonrojen los que adoran a los ídolos!” (97,7) “Los que te traicionan quedan confundidos” (25,3). Pablo cita a Isaías: “Porque dice la Escritura: Todo el que crea en él no será confundido” (Rom. 10,11) “Como dice la Escritura: El que crea en él no será confundido” (9,33), y luego se aplica a si mismo el dicho bíblico con fe personal y convicción interna: “Espero que toda al alma que jamás seré confundido” (Flp. 1,20) “No me he de avergonzar, porque sé muy bien de quien me ha fiado, y estoy convencido de que tiene poder para guardar lo que ne ha confiado”. (2 Tm. 1,12) Pablo acometió trabajos difíciles, encontró opciones, hizo frente a peligros de muerte, pero podía con todo, porque sabía y creía con el alma que Jesús no le había de fallar.
(Carlos G. Valles. Por la fe a la justicia. Ed. Sal Terrae, Santander, 1988, página 186)


Propiedades de la Fe

La fe es la medicina destinada para curar el ojo del espíritu, la fortaleza inexpugnable para la defensa de todos, especialmente de los más débiles, contra el error; el nido donde se echan las plumas para los altos vuelos del espíritu, el camino corto que permite conocer pronto, con seguridad y sin errores, las verdades que conducen al hombre a la sabiduría…”

(Juan Pablo II, Carta apostólica XVI Centenario de la conversión de San Agustín, en L’Osservatore Romano” del 14 de septiembre de 1986, página 17)


El Predominio de la verdad subjetiva.

Hoy se sustituye el punto de vista objetivo de la verdad por el punto subjetivo de la sinceridad. Este rasgo aparece como uno de los más salientes de la sensibilidad moderna. Se dará más importancia a la sinceridad con que un hombre vive su fe, que al valor objetivo de esa fe. No quiere decir esto que se haya de negar el respeto a todo hombre sincero. Pero la sinceridad con que es vivida una causa, de ningún modo es argumento a favor suyo. Las peores causas han conocido fanáticos de cuya sinceridad nada permite dudar. Se puede respetar a un hombre y detestar las ideas que representa. No porque existan comunistas sinceros queda justificado el comunismo. Y a menudo eso es lo que sucede hoy.
(Jean Danielou, Escándalo de la verdad. Ed. Guaderrama, Madrid, 1962, página 24)

No hay comentarios:

Publicidad

 photo Laura-web_zps5b8a06ee.gif

Publicidad

Construcción de salas de ensayo profesionales y Homestudios
Photobucket

Las cosas por su nombre

 photo Laura-web_zps5b8a06ee.gif

Seguidores